Blog y artículos de INTERÉS

información general, de punto clínico para ti

Médicos Especialistas

Resfriado Común en Niños

Los resfriados son una de las enfermedades más frecuentes en la infancia, y aunque no suelen ser graves, pueden causar un gran malestar. Uno de los síntomas más característicos es la congestión nasal. Esta congestión ocurre cuando las membranas que recubren las fosas nasales se inflaman debido a la infección viral, lo que provoca una obstrucción que dificulta la respiración. La congestión puede ser particularmente incómoda para los niños, ya que puede afectar su capacidad para dormir bien y alimentarse adecuadamente, especialmente en los más pequeños que aún no pueden sonarse la nariz por sí mismos.

Otro síntoma común es el estornudo, que es la forma en que el cuerpo intenta expulsar el virus y las partículas irritantes de las vías respiratorias. Los estornudos frecuentes son una señal de que el cuerpo está reaccionando al resfriado. Aunque pueden ser molestos, los estornudos son parte del proceso natural de defensa del organismo y ayudan a mantener limpias las vías respiratorias superiores. Sin embargo, también pueden contribuir a la propagación del virus a otras personas, por lo que es importante enseñar a los niños a cubrirse la boca y la nariz con el codo al estornudar.

El dolor de garganta es otro síntoma frecuente en los resfriados infantiles. Este dolor suele ser causado por la inflamación de la faringe y la irritación que provoca la tos y el goteo postnasal. Aunque el dolor de garganta asociado con los resfriados generalmente no es severo, puede hacer que el niño se sienta incómodo al tragar y hablar. A veces, los niños pueden describirlo como una sensación de “picazón” o “raspado” en la garganta. Es importante asegurarse de que el niño beba suficientes líquidos para mantener la garganta húmeda y aliviar el malestar.

Fiebre baja es un síntoma que puede acompañar a los resfriados, especialmente en los niños más pequeños. Aunque no todos los niños con resfriados desarrollan fiebre, cuando lo hacen, suele ser una fiebre leve que no supera los 38.5 °C (101.3 °F). La fiebre es una respuesta natural del cuerpo para combatir la infección viral. En la mayoría de los casos, esta fiebre no es motivo de preocupación y puede ser manejada en casa con reposo y líquidos, pero es importante monitorearla para asegurarse de que no suba demasiado o dure más de tres días.

La tos ligera es otro síntoma común que suele aparecer en los resfriados. Esta tos es generalmente productiva, lo que significa que el cuerpo está tratando de eliminar la mucosidad acumulada en las vías respiratorias. Aunque la tos puede persistir incluso después de que otros síntomas hayan mejorado, normalmente es leve y no interfiere demasiado con las actividades diarias del niño. Sin embargo, si la tos se vuelve persistente, severa o va acompañada de sibilancias, podría ser indicativo de una complicación y debería evaluarse por un médico.

En resumen, los síntomas comunes de los resfriados en niños, como la congestión nasal, los estornudos, el dolor de garganta, la fiebre baja y la tos ligera, son generalmente benignos y se resuelven por sí solos con el tiempo. Sin embargo, es importante que los padres estén atentos a la evolución de estos síntomas para asegurarse de que no se conviertan en algo más serio. Con los cuidados adecuados en casa, la mayoría de los niños se recuperan rápidamente y sin complicaciones.

Preguntas Frecuentes

Puedes usar un humidificador de vapor frío en su habitación para mantener el aire húmedo, lo que ayuda a descongestionar las vías respiratorias. También puedes aplicar solución salina en las fosas nasales y luego aspirar suavemente con una perilla de succión para bebés. Mantener a tu hijo bien hidratado también ayuda a reducir la congestión.
Los estornudos frecuentes son comunes durante un resfriado y generalmente no son motivo de preocupación. Sin embargo, si los estornudos se acompañan de fiebre alta, dificultad para respirar o si persisten más allá de la duración típica de un resfriado (7-10 días), deberías consultar con un pediatra.
Para aliviar el dolor de garganta, ofrécele líquidos tibios como sopa de pollo o té sin cafeína. Los niños mayores pueden hacer gárgaras con agua salada tibia para reducir la irritación. Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol, pueden ayudar, pero siempre consulta con un médico antes de administrar medicamentos.
Sí, es normal que los niños experimenten una fiebre baja durante un resfriado, especialmente los más pequeños. La fiebre suele ser leve y no dura más de 2-3 días. Si la fiebre persiste más de tres días, sube por encima de 38.5 °C (101.3 °F), o si el niño parece muy enfermo, es importante consultar a un médico.
Durante un resfriado, es común que los niños tengan una tos ligera y productiva, que ayuda a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias. Esta tos generalmente es leve y no debería interferir significativamente con las actividades diarias. Si la tos se vuelve seca, persistente o se acompaña de sibilancias, consulta a un pediatra.
Para ayudar a tu hijo a dormir mejor, eleva ligeramente la cabecera de su cama para reducir la congestión nasal. Usar un humidificador de vapor frío en su habitación también puede facilitar la respiración durante la noche. Además, asegúrate de que esté bien hidratado antes de acostarse.
Es común que los niños pierdan el apetito durante un resfriado debido a la congestión nasal y el dolor de garganta. Mientras esté bebiendo suficientes líquidos, no hay necesidad de preocuparse demasiado. Ofrece alimentos suaves y fáciles de tragar, y anímalo a comer cuando tenga hambre.
Lleva a tu hijo al médico si presenta fiebre que dura más de tres días, dificultad para respirar, sibilancias, una tos que empeora o persiste, o si parece muy letárgico y no mejora con el tiempo. Estos síntomas podrían indicar una complicación que necesita atención médica.

Resumen y Recomendaciones

Mantén a tu Hijo Hidratado: Asegúrate de que beba suficiente agua y otros líquidos saludables como caldos o tés suaves. La hidratación es clave para aliviar la congestión y mantener la energía del cuerpo.

Fomenta el Descanso: El descanso es esencial para que el cuerpo de tu hijo se recupere. Anímalo a dormir lo suficiente y a limitar las actividades físicas mientras esté enfermo.

Usa un Humidificador: Mantén un humidificador de vapor frío en su habitación para ayudar a aliviar la congestión nasal, especialmente durante la noche.

Alivia el Malestar con Medidas Caseras: Usa soluciones salinas para limpiar las fosas nasales y aplica compresas tibias en el cuello para aliviar el dolor de garganta. Si es necesario, consulta con el pediatra sobre el uso de medicamentos como paracetamol para bajar la fiebre.

Monitorea los Síntomas: Mantente atento a la evolución de los síntomas. Si la fiebre dura más de tres días, la tos empeora, o si notas dificultad para respirar, consulta a un médico de inmediato.

Evita la Propagación del Resfriado: Enséñale a tu hijo a cubrirse la boca al toser o estornudar, a lavarse las manos frecuentemente y a evitar compartir utensilios o juguetes con otros niños mientras esté enfermo.

Mantén la Calma: Los resfriados son comunes y generalmente no son graves. Con los cuidados adecuados, tu hijo debería recuperarse en una semana aproximadamente. Confía en tu instinto como padre y busca atención médica si algo te preocupa.

Consulta Siempre con un Profesional de la Salud: Ante cualquier duda o si los síntomas parecen fuera de lo común, no dudes en contactar al pediatra para recibir orientación y asegurarte de que tu hijo recibe el mejor cuidado posible.

*Toda la información aquí contenida se publica con fines informativos y no reemplaza la evaluación de un(a) Médico(a) capacitado(a) para hacerlo. Todo método, procedimiento y/o equipo aquí descrito puede variar por médico y sucursal sin previo aviso. Ante cualquier duda, consúltanos directamente.

Agenda tu Cita

escoge la opción de tu preferencia

¡Será un placer atenderte!