Sí, hola, ¿cómo están? Soy la doctora Jimena González Cal y Mayor y, como saben, este mes estamos platicando en Punto Clínico con especialistas acerca del tracto gastrointestinal, de las estructuras y también de enfermedades que pueden presentarse en estas estructuras. Hoy vamos a hablar un poco acerca del esófago. El esófago es un tubo hueco que comunica la garganta o faringe con el estómago. Las paredes del esófago impulsan los alimentos hacia el estómago por medio de unas ondas rítmicas que son contracciones musculares, a este movimiento se le llama peristaltismo.
Justo debajo de la unión de la garganta y el esófago, hay una banda muscular que se llama esfínter esofágico superior. También, por encima de la unión del esófago con el estómago, está otra banda muscular que se conoce como esfínter esofágico inferior. Cuando el estómago está en reposo, o cuando no estamos comiendo, estas dos estructuras se cierran por completo para evitar que contenido del estómago vaya hacia el esófago o que sustancias producidas en el esófago pasen a nuestra boca o faringe, lastimando nuestra faringe.
Durante la deglución, es decir, cuando estamos masticando y vamos a tragar, estos esfínteres se relajan y esto permite que el alimento pase mientras las contracciones musculares hacen que la comida baje, se relaje el esfínter esofágico inferior y entonces el alimento puede pasar al estómago.
El problema más común con el esófago es una enfermedad que creo que todos, en algún momento, hemos sentido, aunque no necesariamente significa que se tenga la enfermedad, y es la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Esta enfermedad ocurre cuando alguno de los músculos que se encuentran al final del esófago no se cierra de manera adecuada y esto permite que el contenido del estómago regrese hacia el esófago, lo que irrita, y esto se llama reflujo, es decir, flujo que retorna hacia atrás, hacia el esófago. Con el tiempo, esta enfermedad puede causar lesiones en el esófago, lo cual es algo bastante peligroso.
Otros problemas pueden ser acidez y cáncer esofágico. Nosotros, como médicos, podemos usar diferentes estudios para diagnosticar estos problemas, pero muchos de estos pueden ser pruebas de imagen, endoscopías y biopsias. Sin embargo, hay síntomas muy puntuales que nos dan a entender que puede haber algún tipo de condición como el reflujo. Algunos de estos síntomas son dificultad para tragar, dolor al tragar, dolor de pecho, especialmente en la parte de atrás del esternón, que se presenta cuando comes. Por ejemplo, cuando comes, tragas y sientes que se te queda la comida atorada, acidez o regurgitación ácida, o de repente dices: “¡Uy, no puedo ni hablar!”, es decir, que sientes algo horrible aquí que te quema.
Es importante también tomar en cuenta que algunos de los síntomas de cáncer esofágico serían pérdida de peso sin estarlo buscando, tos o ronquera que van empeorando, e indigestión. Ahora, no quiere decir que porque tengas todos estos síntomas debas alarmarte, pero como digo, no te automediques y si tienes este tipo de condiciones, por favor, acude al médico.
El tratamiento para las enfermedades del esófago va a depender evidentemente del problema de raíz. Algunas personas van a mejorar con medicamentos que tal vez no necesiten receta médica o cambios en la dieta, pero también hay personas que necesitan medicamentos que sí requieren prescripción médica o cirugía. Ojo, por medicamentos que no requieren receta médica no quiere decir que los puedas comprar sin consultar al médico, sino más bien que no son medicamentos controlados. De cualquier forma, nunca te automediques, por favor acude al médico y cuando te den un tratamiento, síguelo al pie de la letra.
Sigan viendo nuestros videos y ya saben que en Punto Clínico, en cualquiera de nuestras sucursales, tenemos excelentes gastroenterólogos y excelentes especialistas de cualquier especialidad. No dejes tu salud para mañana y esperamos verte ahí.