La Red de Clínicas Médicas más GRANDE ACCESIBLE PRÁCTICA HUMANA de la Ciudad de México
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Contamos con 9 sucursales en la Ciudad de México (CDMX), servicios de Laboratorio, Farmacia e Imagenología, así como servicios complementarios en Medicina Preventiva y Detección Oportuna.
en Ciudad de México
Laboratorio y Farmacia
Especialistas Certificados
Los métodos, equipos y procedimientos descritos pueden variar por médico y sucursal sin previo aviso.
Una consulta nefrológica integral en Punto Clínico es una consulta médica con un especialista en enfermedades renales.
Durante esta consulta, se realiza una evaluación exhaustiva de la salud renal del paciente, se discuten síntomas, se revisan antecedentes médicos y se llevan a cabo pruebas diagnósticas para evaluar la función renal y determinar cualquier posible problema.
Durante la consulta, normalmente, se lleva la siguiente estructura:
Recopilación de Información:
Historia clínica: El nefrólogo inicia la consulta preguntando sobre los antecedentes médicos del paciente, como enfermedades previas, cirugías, medicamentos actuales y condiciones médicas familiares.
Síntomas y cambios: El paciente describe cualquier síntoma relacionado con los riñones, como cambios en la micción, hinchazón, presión arterial alta o fatiga.
Examen Físico:
Examen general: El nefrólogo realiza un examen físico completo para evaluar signos de retención de líquidos, presión arterial, piel y otros indicadores de la salud renal.
Exploración abdominal: El médico puede palpar la zona abdominal para identificar posibles anomalías en los riñones y otros órganos.
Pruebas de Laboratorio y Diagnóstico:
Análisis de sangre: Se solicitan pruebas como la creatinina y la urea para medir la función renal. También se evalúan los niveles de electrolitos y otras sustancias en la sangre.
Análisis de orina: Se realiza un análisis de orina para detectar la presencia de proteínas, glóbulos rojos y otros indicadores de enfermedades renales.
Ecografía renal: En algunos casos, se puede realizar una ecografía para obtener imágenes detalladas de los riñones y evaluar su estructura.
Diagnóstico y Plan de Tratamiento:
Interpretación de resultados: El nefrólogo analiza los resultados de las pruebas de laboratorio y diagnóstico para obtener una comprensión completa de la función renal y posibles anormalidades.
Diagnóstico y explicación: Basado en los hallazgos, el médico hace un diagnóstico y explica al paciente cualquier afección renal presente, su gravedad y posibles causas.
Plan de Manejo:
Desarrollo del plan: El nefrólogo crea un plan de tratamiento individualizado que puede incluir cambios en la dieta, ajustes en la medicación, manejo de la presión arterial y manejo de enfermedades subyacentes.
Educación al paciente: Se proporciona información al paciente sobre cómo mantener la salud renal, controlar los factores de riesgo y seguir el plan de tratamiento.
Seguimiento y Coordinación:
Seguimiento regular: Se programan visitas de seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento y realizar ajustes según sea necesario.
Coordinación con otros especialistas: Si es necesario, el nefrólogo puede trabajar junto con otros médicos especialistas para abordar afecciones médicas concurrentes.
En resumen, una consulta nefrológica integral implica una evaluación completa de la función renal y la salud del paciente, desde la historia clínica y el examen físico hasta las pruebas de laboratorio y el desarrollo de un plan de tratamiento personalizado.
El objetivo es mantener la salud renal, prevenir o tratar enfermedades renales y mejorar la calidad de vida del paciente.
Los paquetes de atención personalizada que puede ofrecer un nefrólogo en Punto Clínico pueden variar según la sucursal, el médico tratante y las necesidades individuales de los pacientes. Estos son algunos ejemplos:
Evaluación de salud renal integral:
Incluye una consulta completa para evaluar la salud renal.
Pruebas de laboratorio para medir la función renal y otros parámetros.
Diagnóstico y discusión de los resultados.
Recomendaciones para el manejo y la prevención de enfermedades renales.
Seguimiento y control de enfermedades renales crónicas:
Consultas regulares para pacientes con enfermedades renales crónicas.
Monitorización de la función renal a través de pruebas de laboratorio.
Ajustes en el tratamiento y medicación según sea necesario.
Educación sobre el manejo de la enfermedad y los factores de riesgo.
Manejo de hipertensión y diabetes:
Evaluación integral para pacientes con hipertensión o diabetes.
Control de la presión arterial y nivel de azúcar en sangre.
Plan de tratamiento personalizado para prevenir daño renal relacionado con estas condiciones.
Prevención de enfermedades renales:
Evaluación de factores de riesgo para enfermedades renales.
Recomendaciones para adoptar hábitos de vida saludables.
Monitoreo regular de la salud renal para detectar problemas en etapas tempranas.
Manejo de enfermedades renales agudas:
Evaluación y diagnóstico de enfermedades renales agudas.
Tratamiento y monitorización para estabilizar la función renal.
Seguimiento para garantizar la recuperación completa.
Evaluación preoperatoria y postoperatoria:
Evaluación de la función renal antes de procedimientos quirúrgicos.
Seguimiento posterior a la cirugía para garantizar la salud renal durante la recuperación.
Evaluación y tratamiento de enfermedades del tracto urinario:
Evaluación de infecciones urinarias recurrentes u otras afecciones del tracto urinario.
Diagnóstico y tratamiento adecuado según el caso.
Manejo de trastornos metabólicos:
Evaluación y tratamiento de trastornos como la acidosis o la hipercalemia.
Monitoreo y ajustes de medicamentos para mantener un equilibrio metabólico.
Es importante tener en cuenta que estos son solo ejemplos y que los paquetes de atención personalizada pueden variar según la sucursal, médico tratante y las necesidades específicas del paciente.
Cada paciente recibirá un enfoque personalizado basado en su salud, antecedentes médicos y requerimientos individuales.
Todos nuestros médicos y médicas en el área de Nefrología se encuentran acreditados como Médicos Nefrólogos.
Puedes esperar de ellos una atención amable donde la prioridad es aclarar todas tus dudas y encontrar el mejor tratamiento para ti.
Buscamos activamente a los mejores doctores, aquellos que se mantienen en constante capacitación a nivel nacional e internacional, para poder brindar el mejor servicio en cuestión de atención médica de calidad.
Ponemos mucho cuidado en que cada consulta sea una experiencia agradable. Los doctores y personal de enfermería certificado harán todo lo posible por mantenerte cómoda y plenamente informada durante toda la consulta.
Puedes confiar en nuestros especialistas que, junto al resto de nuestro equipo médico, se encargará de mantener y actualizar tu expediente con cada visita permitiéndonos atenderte de una manera personal.
Todo lo anterior para poder ofrecer la mejor atención por un equipo de Médicos Nefrólogos certificados y activos en la comunidad médica.
Un médico nefrólogo es un profesional de la medicina que se especializa en el diagnóstico, tratamiento y manejo de enfermedades y trastornos relacionados con los riñones y el sistema urinario.
Los nefrólogos son expertos en la prevención, evaluación y tratamiento de condiciones que afectan la salud renal, así como en el manejo de desequilibrios electrolíticos y trastornos relacionados.
Para convertirse en un médico nefrólogo, una persona primero debe completar la educación médica básica (licenciatura en medicina) y luego seguir una formación especializada en nefrología. Esta formación generalmente implica completar una residencia en medicina interna y luego una beca adicional en nefrología. Durante esta beca, los médicos nefrólogos adquieren conocimientos y habilidades avanzadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades renales y trastornos relacionados.
Los médicos nefrólogos están capacitados para abordar una amplia variedad de afecciones, que incluyen, pero no se limitan a:
Enfermedad renal crónica
Insuficiencia renal aguda
Nefritis y otras enfermedades inflamatorias renales
Trastornos de electrolitos y ácido-base
Hipertensión arterial relacionada con problemas renales
Enfermedades renales hereditarias
Cálculos renales y trastornos de metabolismo mineral
Trastornos del equilibrio hídrico
Los médicos nefrólogos desempeñan un papel crucial en el diagnóstico temprano y el tratamiento de las enfermedades renales, además de proporcionar cuidados a largo plazo para aquellos con enfermedades renales crónicas. Trabajan en colaboración con otros profesionales de la salud, como médicos generales y especialistas en otras áreas, para brindar una atención integral y personalizada a los pacientes con problemas renales.
En resumen, un médico nefrólogo es un especialista altamente capacitado que se enfoca en el diagnóstico, tratamiento y manejo de enfermedades renales y trastornos relacionados. Su experiencia en el campo de la nefrología les permite proporcionar atención especializada y cuidado integral a los pacientes que enfrentan problemas de salud renal.
En Punto Clínico queremos que te sientas como en casa.
Si nos lo permites, nuestra prioridad al atenderte siempre será:
1- Diagnosticar correctamente.
2- Realizar el tratamiento correspondiente de la manera adecuada.
3- Dar el debido seguimiento para su resolución y/o control.
En la actualidad existen numerosos métodos y procesos a través de los cuales se pueden erradicar o minimizar los síntomas de una gran variedad de condiciones.
Existen distintos tipos de tratamiento que ponemos a tu alcance.
Acércate a nosotros, te atenderemos con mucho gusto para ayudarte a gozar del mejor estado de salud posible. Todo nuestro equipo y recursos médicos están a tu disposición.
El equipo de Médicos Nefrólogos de Punto Clínico está conformado por un grupo de profesionales de la salud apasionados por sus pacientes, que toman en cuenta las situaciones únicas por las que está pasando su paciente, que buscan de manera proactiva mejorar sus métodos, técnicas o procedimientos y que son conscientes de la importancia de un trato amable y empático hacia todas las personas que atiende.
Nuestro equipo de Médicos Nefrólogos está listo para recibirte en instalaciones limpias y modernas, debidamente equipadas con todo el equipo médico necesario para brindarte una atención completa y de alta calidad.
Agenda tu cita para realizar tu chequeo con comodidad y certeza.
Los métodos, equipos y procedimientos descritos pueden variar por médico y sucursal sin previo aviso.
La evaluación de la función renal es un proceso fundamental realizado por los nefrólogos para determinar la salud y el rendimiento de los riñones.
Los pasos comunes que un nefrólogo de Punto Clínico suele seguir durante esta evaluación son:
Historia clínica y antecedentes médicos: El nefrólogo comienza recopilando información detallada sobre los antecedentes médicos del paciente, incluyendo enfermedades previas, cirugías, medicamentos tomados, factores de riesgo y síntomas relacionados con la función renal.
Pruebas de laboratorio:
Creatinina sérica: El nivel de creatinina en sangre es una medida clave de la función renal. Un aumento en los niveles de creatinina puede indicar un problema en los riñones.
Nitrógeno ureico en sangre (BUN): También es una medida que refleja la función renal y la eliminación de productos de desecho.
Filtrado glomerular estimado (eGFR): Es una estimación de la tasa de filtración de los riñones y proporciona una evaluación más precisa de la función renal.
Análisis de orina:
Proteína en orina: La presencia de proteínas en la orina puede indicar daño renal.
Sangre en orina: La presencia de sangre en la orina puede sugerir problemas en los riñones o en el tracto urinario.
Electrolitos y otros parámetros: Se evalúan los niveles de electrolitos y otras sustancias en la orina para determinar la función renal.
Ecografía renal: En algunos casos, se puede realizar una ecografía para obtener imágenes detalladas de los riñones y evaluar su tamaño, forma y estructura.
Historial dietético y de medicamentos: El nefrólogo puede indagar sobre la dieta del paciente y los medicamentos que está tomando, ya que ciertos alimentos y medicamentos pueden afectar la función renal.
Antecedentes familiares: Pregunta sobre historiales familiares de enfermedades renales o condiciones médicas relevantes.
Evaluación de síntomas: El nefrólogo discute cualquier síntoma que el paciente pueda estar experimentando, como cambios en la micción, hinchazón o fatiga.
Una vez que se recopila toda esta información, el nefrólogo evalúa los resultados de las pruebas y la historia clínica para determinar la salud general de los riñones. Si se identifica algún problema o anomalía en la función renal, el nefrólogo desarrollará un plan de tratamiento específico según la condición del paciente. La evaluación de la función renal es esencial para detectar y abordar tempranamente problemas renales y prevenir su progresión a enfermedades más graves.
El diagnóstico y manejo de enfermedades infecciosas y virales por parte de un médico internista en Punto Clínico implica un enfoque integral para identificar, tratar y controlar la propagación de estas enfermedades. El proceso, por lo general, sigue los siguientes pasos:
Diagnóstico:
Historia clínica: El médico internista recopila información detallada sobre los síntomas del paciente, la duración de la enfermedad y cualquier posible exposición a factores de riesgo, como viajes recientes o contacto con personas enfermas.
Examen físico: Realiza un examen físico para evaluar los signos y síntomas específicos de la enfermedad infecciosa o viral. Esto puede incluir la búsqueda de fiebre, inflamación, erupciones cutáneas y otros indicadores físicos.
Pruebas de laboratorio: Puede ordenar pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, cultivos, pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y serologías para identificar el agente infeccioso o viral responsable y confirmar el diagnóstico.
Estudios de imagen: En algunos casos, se pueden requerir radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para evaluar la extensión de la infección y sus efectos en los órganos internos.
Diagnóstico Diferencial:
Descartar otras causas: El médico internista evalúa si los síntomas pueden estar relacionados con otras condiciones médicas no infecciosas para asegurarse de que el diagnóstico sea correcto.
Manejo:
Tratamiento específico: Basándose en el diagnóstico, el médico internista prescribe tratamientos específicos según el agente infeccioso o viral. Esto puede incluir antibióticos para infecciones bacterianas, antivirales para infecciones virales y otros medicamentos según la situación.
Manejo de síntomas: Proporciona recomendaciones y medicamentos para aliviar los síntomas, como fiebre, dolor, congestión y otros malestares.
Educación del paciente: Informa al paciente sobre la naturaleza de la enfermedad, cómo se transmite y cómo evitar la propagación. También proporciona pautas para el autocuidado y cuándo buscar atención médica adicional si los síntomas empeoran.
Control de la propagación: En caso de enfermedades infecciosas que puedan propagarse a otros, el médico puede dar pautas sobre cuándo el paciente debe evitar el contacto cercano con otras personas y cuándo es seguro regresar a las actividades normales.
Seguimiento: Realiza seguimientos regulares para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar si es necesario. También se asegura de que cualquier complicación se maneje adecuadamente.
Prevención: Educa al paciente sobre medidas de prevención, como la importancia del lavado de manos, la inmunización y el uso adecuado de medicamentos recetados.
Coordinación con especialistas: En casos de enfermedades infecciosas o virales graves, puede colaborar con especialistas en enfermedades infecciosas para asegurar un manejo integral y adecuado.
En resumen, el médico internista utiliza una combinación de evaluación clínica, pruebas de laboratorio y diagnóstico diferencial para identificar y tratar enfermedades infecciosas y virales.
El enfoque integral y el seguimiento continuo son fundamentales para brindar una atención efectiva y garantizar la recuperación del paciente.
El diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia renal aguda es una parte esencial del trabajo de un nefrólogo.
A continuación se describen los pasos comunes que un nefrólogo en Punto Clínico suele seguir en este proceso:
Diagnóstico:
Historia clínica y antecedentes: El nefrólogo recopila información sobre los síntomas del paciente, como disminución de la producción de orina, fatiga, confusión y otros síntomas relacionados con la función renal.
Pruebas de laboratorio:
Creatinina sérica y nitrógeno ureico en sangre (BUN): Se miden los niveles de creatinina y BUN para evaluar la función renal y determinar si hay un aumento súbito en estos valores.
Electrolitos: Se evalúan los niveles de electrolitos en sangre para detectar desequilibrios y alteraciones en la función renal.
Análisis de orina: Se realiza un análisis de orina para buscar sangre, proteínas y otros indicadores de daño renal.
Imagenología: En algunos casos, se puede realizar una ecografía o tomografía computarizada para evaluar la estructura de los riñones y detectar obstrucciones u otras anomalías.
Tratamiento:
Identificación de la causa subyacente: El nefrólogo trabaja para identificar la causa de la insuficiencia renal aguda, que puede incluir deshidratación, infecciones, medicamentos, obstrucciones urinarias u otras afecciones.
Manejo de fluidos y electrolitos: El nefrólogo supervisa el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo del paciente, administrando líquidos intravenosos y ajustando los niveles de sodio, potasio y otros electrolitos según sea necesario.
Tratamiento de la causa subyacente: Una vez identificada la causa, se implementa un tratamiento específico. Por ejemplo, si la causa es una infección, se prescriben antibióticos; si es un medicamento, se ajusta la medicación.
Diálisis: En casos graves de insuficiencia renal aguda, cuando los riñones no pueden filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos, el nefrólogo puede recomendar diálisis, un proceso de filtración de la sangre que ayuda a eliminar los productos de desecho.
Monitorización constante: Durante el tratamiento, el nefrólogo sigue de cerca la evolución del paciente, realizando pruebas de laboratorio y ajustando el tratamiento según sea necesario.
Prevención de complicaciones: El nefrólogo se asegura de que no se presenten complicaciones adicionales, como desequilibrios electrolíticos, hipertensión o daño a otros órganos.
El diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia renal aguda requiere un enfoque rápido y cuidadoso para estabilizar al paciente y abordar la causa subyacente. El objetivo principal es restaurar la función renal y prevenir daño permanente a los riñones. En situaciones graves, la colaboración con otros especialistas médicos puede ser necesaria para garantizar una atención integral y efectiva.
El tratamiento de la hipertensión arterial por parte de un nefrólogo es una parte importante de su labor, ya que la hipertensión es una causa y un factor de riesgo para enfermedades renales.
Los enfoques comunes que un nefrólogo de Punto Clínico suele seguir para el tratamiento de la hipertensión arterial en pacientes con problemas renales son:
Evaluación exhaustiva:
Historia médica y antecedentes: El nefrólogo recopila información sobre la historia médica del paciente, incluyendo cualquier problema renal previo, medicamentos tomados y antecedentes familiares de hipertensión.
Medición de la presión arterial: El nefrólogo evalúa la presión arterial del paciente para determinar si está en un rango saludable o si es elevada.
Tratamiento:
Modificaciones en el estilo de vida: El nefrólogo recomienda cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a controlar la presión arterial. Esto puede incluir:
Dieta saludable: Reducción de sodio, alimentos ricos en potasio y grasas saturadas.
Actividad física: Ejercicio regular para mantener un peso saludable y mejorar la salud cardiovascular.
Control del estrés: Técnicas de manejo del estrés para reducir la presión arterial.
Medicamentos: Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la presión arterial, el nefrólogo puede recetar medicamentos antihipertensivos. Estos medicamentos pueden incluir inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA), diuréticos y otros.
Tratamiento específico para pacientes renales: En pacientes con enfermedad renal crónica, el nefrólogo selecciona medicamentos que también sean beneficiosos para la función renal y protejan los riñones.
Monitorización continua: El nefrólogo sigue de cerca la presión arterial del paciente y ajusta la medicación según sea necesario para lograr y mantener un control adecuado.
Tratamiento de enfermedades subyacentes: Si la hipertensión es causada por una enfermedad renal subyacente, el nefrólogo abordará esa enfermedad específica para contribuir al control de la presión arterial.
Prevención de complicaciones: Además de controlar la presión arterial, el nefrólogo se enfoca en prevenir complicaciones cardiovasculares y renales asociadas con la hipertensión.
El tratamiento de la hipertensión arterial es esencial para reducir el riesgo de daño renal y cardiovascular en pacientes con enfermedades renales. El nefrólogo trabaja en colaboración con otros especialistas para brindar una atención integral y personalizada que aborde tanto la presión arterial elevada como los problemas renales subyacentes.
La prevención y tratamiento de cálculos renales es una parte importante de la labor de un nefrólogo.
Los pasos comunes que un nefrólogo de Punto Clínico suele seguir en este proceso son:
Prevención:
Evaluación de la composición de los cálculos: El nefrólogo puede solicitar un análisis de los cálculos previamente expulsados o extraídos para determinar su composición química. Esto ayuda a identificar los factores subyacentes que contribuyen a la formación de cálculos.
Historia médica y antecedentes: Se recopila información sobre los antecedentes médicos y los hábitos de vida del paciente para identificar posibles factores de riesgo, como la dieta, la hidratación, las condiciones médicas preexistentes y la predisposición genética.
Estudio de la dieta: El nefrólogo puede evaluar la dieta del paciente y recomendar cambios específicos para reducir la formación de cálculos. Esto puede incluir ajustes en la ingesta de calcio, oxalato, sodio y líquidos.
Promoción de la hidratación: Se alienta a los pacientes a mantener una hidratación adecuada para prevenir la concentración de minerales en la orina y la formación de cálculos.
Uso de medicamentos: En algunos casos, el nefrólogo puede recetar medicamentos para prevenir la formación de cálculos. Esto puede incluir medicamentos que reduzcan la excreción de calcio o controlen los niveles de ácido úrico en la orina.
Tratamiento:
Manejo del dolor: Si un paciente está experimentando dolor debido a un cálculo renal, el nefrólogo puede prescribir analgésicos para aliviar el malestar.
Tratamiento de cálculos grandes: Si un cálculo es demasiado grande para ser expulsado naturalmente, el nefrólogo puede recomendar tratamientos como la litotricia (ruptura de los cálculos con ondas de choque), ureteroscopia (extracción de cálculos a través del tracto urinario) o cirugía en casos más graves.
Tratamiento de cálculos recurrentes: Para los pacientes propensos a la formación recurrente de cálculos, el nefrólogo puede desarrollar un plan de prevención a largo plazo que incluya modificaciones en la dieta, suplementos y medicamentos para controlar los factores de riesgo.
Seguimiento y monitorización: Los pacientes con antecedentes de cálculos renales requieren seguimiento regular con el nefrólogo para evaluar la efectividad de las estrategias preventivas y realizar ajustes si es necesario.
El enfoque en la prevención y tratamiento de cálculos renales busca evitar el dolor y la incomodidad asociados con los cálculos, así como reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo, como daño renal. La colaboración entre el paciente y el nefrólogo es fundamental para lograr un manejo exitoso de los cálculos renales y prevenir su recurrencia.
La preparación y seguimiento de pacientes en diálisis es una parte fundamental del trabajo de un nefrólogo.
Los pasos que un nefrólogo de Punto Clínico suele seguir en este proceso son:
Preparación:
Evaluación inicial: El nefrólogo realiza una evaluación exhaustiva del paciente para determinar si la diálisis es necesaria. Esto puede incluir pruebas de laboratorio para evaluar la función renal, la historia clínica y los síntomas del paciente.
Elección del tipo de diálisis: El nefrólogo discute con el paciente los diferentes tipos de diálisis disponibles, como la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. Se consideran factores como la condición médica del paciente, la preferencia personal y la viabilidad del tratamiento en el entorno del paciente.
Educación del paciente: El nefrólogo educa al paciente sobre el proceso de diálisis, incluidos los procedimientos, la frecuencia, la duración de las sesiones y los posibles efectos secundarios. También se discuten los cambios en la dieta y el estilo de vida que puedan ser necesarios.
Planificación logística: El nefrólogo coordina con el equipo de diálisis para programar las sesiones y establecer una rutina adecuada para el paciente.
Seguimiento:
Supervisión de la diálisis: El nefrólogo monitorea regularmente las sesiones de diálisis para asegurarse de que el proceso se lleve a cabo correctamente y que el paciente esté tolerando bien el tratamiento.
Ajustes en el tratamiento: Si es necesario, el nefrólogo puede realizar ajustes en la duración o la frecuencia de las sesiones de diálisis según la respuesta del paciente y los cambios en su estado de salud.
Control de la salud general: El nefrólogo realiza pruebas de laboratorio regulares para evaluar los niveles de electrolitos, los niveles de líquidos y otros indicadores de salud. También se monitorean otros aspectos de la salud, como la presión arterial y la función cardiovascular.
Gestión de complicaciones: El nefrólogo aborda cualquier complicación que pueda surgir durante el tratamiento de diálisis, como desequilibrios electrolíticos, infecciones o problemas vasculares.
Trabajo en equipo: El nefrólogo colabora estrechamente con otros profesionales de la salud en el equipo de diálisis, incluidos enfermeros, dietistas y técnicos de diálisis, para brindar una atención integral y coordinada al paciente.
Soporte emocional: El nefrólogo brinda apoyo emocional al paciente y aborda cualquier inquietud o ansiedad relacionada con la diálisis.
El objetivo principal en la preparación y seguimiento de pacientes en diálisis es garantizar que el tratamiento sea efectivo, seguro y cómodo para el paciente. La colaboración entre el nefrólogo y el equipo de diálisis es esencial para brindar un cuidado completo y mantener la salud óptima del paciente en este proceso.
Los métodos, equipos y procedimientos descritos pueden variar por médico y sucursal sin previo aviso.
Debes considerar consultar a un Médico Nefrólogo en las siguientes situaciones:
Problemas renales diagnosticados: Si has sido diagnosticado con una enfermedad renal, como enfermedad renal crónica, cálculos renales, insuficiencia renal aguda, entre otros, es recomendable consultar a un Nefrólogo para obtener un manejo especializado y personalizado.
Cambios en la función renal: Si experimentas cambios en la función renal, como aumento o disminución de la producción de orina, hinchazón en piernas o tobillos, cambios en los análisis de sangre que indican problemas renales, debes consultar a un Nefrólogo para una evaluación.
Hipertensión arterial: Si tienes hipertensión arterial (presión arterial alta), especialmente si es difícil de controlar, un Nefrólogo puede ayudar a evaluar y tratar las causas subyacentes y los riesgos relacionados con la función renal.
Problemas con la orina: Si experimentas sangre en la orina, orina espumosa, orina frecuente, dolor al orinar o cambios en el color o olor de la orina, un Nefrólogo puede ayudar a identificar y tratar posibles problemas renales.
Infecciones del tracto urinario recurrentes: Si padeces infecciones del tracto urinario recurrentes o persistentes, un Nefrólogo puede evaluar si hay problemas subyacentes en los riñones que están contribuyendo a estas infecciones.
Historia familiar de enfermedades renales: Si tienes antecedentes familiares de enfermedades renales o condiciones como la poliquistosis renal, es importante consultar a un Nefrólogo para una evaluación y seguimiento.
Pacientes con diabetes: Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas renales. Un Nefrólogo puede ayudar a monitorear y prevenir el daño renal en pacientes diabéticos.
Pacientes con enfermedades autoinmunes: Si tienes enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico o vasculitis, que pueden afectar los riñones, un Nefrólogo puede colaborar en el manejo de estas condiciones.
Tratamiento con medicamentos que afectan los riñones: Si estás tomando medicamentos que pueden afectar la función renal, es aconsejable consultar a un Nefrólogo para monitorear y prevenir posibles efectos adversos.
Dolor en la región lumbar: Si experimentas dolor persistente en la región lumbar o en los costados, especialmente si se acompaña de otros síntomas urinarios, es importante buscar una evaluación de un Nefrólogo.
Recuerda que esta lista no es exhaustiva y que siempre es recomendable consultar a un médico si tienes preocupaciones o síntomas relacionados con la salud renal. Un Nefrólogo puede realizar evaluaciones especializadas y brindar el manejo adecuado para mantener la salud de tus riñones.
– Asesoría Diálisis
– Biopsia Renal
– Cálculos Renales
– Cistitis
– Dolor al Orinar
– Hematuria, Sangre en la Orina- Insuficiencia Renal
– Nefritis, Inflamación
– Presión Arterial Alta
– Proteinuria, Orina Turbia
– Entre Otros…
Si no encuentras en la lista algún padecimiento que necesite atención, ¡Contáctanos!
Será un placer atenderte.
Además de los servicios específicos mencionados anteriormente, un Nefrólogo puede ofrecer una variedad de otros servicios relacionados con la salud renal y la atención médica integral.
Algunos de estos servicios adicionales pueden incluir:
Manejo de trastornos electrolíticos: Los Nefrólogos pueden diagnosticar y tratar desequilibrios en los niveles de electrolitos en el cuerpo, como el sodio, el potasio y el calcio, que pueden afectar la función renal y otros sistemas.
Manejo de trastornos del equilibrio ácido-base: Los Nefrólogos pueden evaluar y corregir los desequilibrios en el pH y los niveles de ácido-base en el cuerpo, lo que es esencial para el funcionamiento adecuado de los riñones y otros órganos.
Prevención de enfermedades renales: Los Nefrólogos pueden brindar orientación y educación para prevenir el desarrollo de enfermedades renales, especialmente en personas con factores de riesgo como diabetes, hipertensión y antecedentes familiares.
Manejo de complicaciones renales en enfermedades sistémicas: Los Nefrólogos pueden trabajar en colaboración con otros especialistas para manejar las complicaciones renales asociadas con enfermedades sistémicas como diabetes, lupus y vasculitis.
Consulta preoperatoria: Antes de una cirugía mayor, los Nefrólogos pueden evaluar la función renal de los pacientes y brindar recomendaciones sobre cómo optimizar la salud renal antes de la intervención.
Manejo de enfermedades autoinmunes: Los Nefrólogos pueden evaluar y tratar enfermedades autoinmunes que afectan los riñones, como la glomerulonefritis y el lupus eritematoso sistémico.
Educación y asesoramiento al paciente: Los Nefrólogos pueden proporcionar a los pacientes información sobre la importancia de mantener la salud renal, así como orientación sobre cómo cuidar y proteger sus riñones.
Seguimiento de trasplantes de riñón: En el caso de pacientes que han recibido un trasplante renal, los Nefrólogos pueden brindar seguimiento postoperatorio para asegurarse de que el riñón trasplantado esté funcionando correctamente y prevenir complicaciones.
Asesoramiento genético: En casos de enfermedades renales hereditarias, los Nefrólogos pueden ofrecer asesoramiento genético y pruebas para identificar el riesgo genético de desarrollar enfermedades renales.
Estos son solo algunos ejemplos de los servicios adicionales que un Nefrólogo de Punto Clínico puede ofrecer para abordar una amplia gama de problemas relacionados con la salud renal y otros aspectos de la salud general. La atención de un Nefrólogo puede ser valiosa tanto para el diagnóstico como para el manejo de diversas afecciones que afectan los riñones y la salud en general.
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Mientras estés en la consulta, que dura 30 minutos, los expertos de Punto Clínico elaborarán tu Historial Clínico Electrónico, recopilando toda tu información para que puedas tener acceso a ella cuando lo necesites. En algunos casos, cuando el paciente lo necesite, se puede recomendar hacer una reserva doble con el objetivo de satisfacer cualquier duda que pueda surgir.
Te invitamos a hacer tu visita lo antes posible, los Médicos Especialistas, el personal de Enfermería y todo el staff administrativo y de soporte te brindarán la atención personalizada que tu necesitas. Si agendas tu cita con suficiente anticipación podrás escoger el horario en el que prefieres visitarnos.
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